El Patio de los Leones es una de las imágenes más conocidas de la Alhambra. Construido en la segunda mitad del siglo XIV por el sultán Muhammad V marca la época de mayor esplendor de la dinastía Nazarí y el Reino de Granada, último bastión del poder musulmán en España.

Su elemento más reconocible es la preciosa fuente de mármol de Macael con doce leones que es la absoluta protagonista de todo el espacio. Pero el patio no sería el mismo sin las 124 columnas que lo rodean. Finas y estilizadas, son un magnífico alarde de ingeniería de la época ya que sus constructores las conciben pensando en uno de los grandes retos de Granada: los terremotos.

Sus capiteles cúbicos, tan característicos de la arquitectura nazarí, cuentan además con una decoración variada que deja sorprendidos a todos los visitantes.

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Autor: Daniel Aguilera