La parroquia de San Nicolás y San Pedro Martir, la llamada capilla Sixtina valenciana, es una de las iglesias más bellas de Valencia. En ella podemos contemplar esa perfecta combinación de estructura gótica y exuberante y desbordante decoración barroca.

Fue construida en el siglo XIII siguiendo la estructura de las parroquias de reconquista, aunque en el siglo XV fue reconstruida plenamente en estilo gótico. Finalmente, siglos más tarde, se realizó una gran transformación barroca, adaptando su estructura y redecorando todos sus muros, bóveda central, ábside, capillas y lunetos con pinturas al fresco.

Antonio Palomino realizó el programa iconográfico que fue llevado a cabo por su discípulo Dionisio Vidal. Son más de 1700m2 de pinturas al fresco en la que se relata la vida de los dos santos a los que está advocada la iglesia.

Es una visita obligada si quieres disfrutar de esta auténtica joya del barroco valenciano.

Autor: Carlos Villanueva López