¿Qué hay qué saber de este árbol?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no es un verdadero castaño. Aunque por su parecido se suele confundir con el castaño común (Castanea sativa), que es el que produce la castaña que se puede comer.
Los ejemplares más altos pueden llegar a alcanzar una altura de hasta 25-30 mtrs. En primavera produce unas bonitas flores en forma de tirso (como un ramillete con forma piramidal) de entre 15-30 cms de alto, normalmente blancas con un pequeño punto rosa (aunque también los hay con la flor completamente rosada). Cada ramillete puede llegar a tener más de 50 florecillas. Y la mancha de color rosa o rojo es lo que atrae a los insectos.
A lo largo del verano va formando el fruto que, igual que en el castaño común, lo recubre una especie de cápsula verde. A partir de octubre siempre hay andarse con cuidado ya que estas se abren y dejan caer su fruto, de tal forma que no es difícil sufrir algún ‘castañazo’, en especial los días de viento.

En otoño pierde la hoja, cambiando su color de un verde radiante a un tono amarillo brillante.
El Bosque de Gomérez, al sur de las murallas de la Alhambra, es un entorno ideal en el que el castaño de Indias encuentra un clima perfecto para alcanzar un buen desarrollo. Se genera así una magnífica bóveda verde única en Granada que procura sombra y frescor en la época de calor; y se tiñe de preciosos tonos durante los meses otoñales. Los castaños cobijan y protegen algunos de los tesoros del Bosque, como la imponente Puerta de Bib Rambla, así como todo una variedad de fuentes y esculturas. Y lo que es más importante aún, albergan la vida salvaje del propio entorno de la Alhambra entre la que se encuentran gran variedad de aves, ardillas o los recientemente reintroducidos erizos.
Historia
¿De dónde viene?
Aunque por su sobrenombre podemos pensar que su origen se encuentra en la India, o incluso que sea originario del Nuevo Mundo (por aquello de las Indias…), la realidad es que su origen es mucho más cercano. Es nativo de la zona del norte de Grecia y sur de Bulgaria, de las regiones montañosas de la Macedonia griega y el búlgara.
Un ejemplar llegará a Estambul hacia 1557. Y casi veinte años más tarde, el embajador del Sacro Imperio ante la corte Otomana, Charles l’Écluse, se lleva a Austria una semilla (una castaña) a punto de germinar. A partir de comienzos del siglo XVII se extiende por Europa y hoy lo encontramos en distintos puntos del planeta.
Su nombre ‘Aeusculus’ es el usado por los romanos para los robles. Y lo bautizaron así por la relativa similitud del fruto del castaño con la bellota de algunas variedades de esta familia de los robles (algunos afirman que la encina). En cuanto a ‘hippocastanum’ deriva del griego ‘hippos’, caballo y ‘kastanon‘ (castaña), es decir, castaña de caballos, por la creencia de que se podían dar a los caballos en pequeñas cantidades para calmar su tos y el asma, ayudándoles a respirar.
Sus nombres comunes
Lo conocemos como castaño de Indias, aunque en algunas zonas se le llama también castaña borde o castaño loco.
Sus traducciones
- English: horse chesnut
- Français: marronnier (marron)
Cuidado ¡Soy tóxico!
Antes que nada tenemos que saber es que estas no son las castañas que usamos para asar en otoño. De hecho se trata de un fruto tóxico para los humanos. Si bien hay algunas especies animales que son inmunes a su toxicidad, o al menos lo toleran en pequeñas cantidades, su consumo en personas puede provocar gastroenteritis.
La corteza si tiene algunas propiedades antiinflamatorias y se ha utilizado por vía externa en medicina tradicional para problemas circulatorios o de hemorroides.
Su uso es esencialmente ornamental, puesto que no requiere demasiados cuidados y produce ejemplares frondosos ideales para dar sombra en avenidas, parques, etc. Aunque es más sensible a la polución que el plátano de sombra.
Su madera no es buena para su uso, por no ser de mucha calidad, ni como combustible.
Autor: Daniel Aguilera
