Concluye la restauración de la Puerta de Bib-Rambla
El Patronato de la Alhambra y el Generalife (PAG) concluye este mes de octubre las obras de restauración y consolidación de la Puerta de Bib-Rambla, ubicada hoy día en pleno corazón del bosque de la Alhambra. El objetivo primordial de esta intervención ha sido, de un lado devolver al monumento la integridad física necesaria para que perdure en el tiempo. Y de otro, su integridad estética, para lo que se ha seguido fielmente el criterio mínima intervención en todo lo que no sea estrictamente su conservación. Es decir, conservar, no rehacer la puerta.
El germen de este proyecto de restauración se encuentra en el hallazgo de restos de la propia puerta de Bib-Rambla y restos de la antigua muralla de la Medina en un edificio del centro de Granada. Por eso en 2016 el PAG acuerda con la Consejería de Cultura financiar una segunda fase de investigación arqueológica que se termina plasmando en un trabajo inédito, elaborado por el arqueólogo Antonio Rodríguez Aguilera.
Esto motivará que se planifiquen los trabajos de conservación de la Puerta para el segundo semestre de 2019, con un presupuesto de 95000 €. Aunque en la práctica la obra no se ha llevado a cabo hasta el verano de 2020,iniciando los trabajos en junio para terminar en el mes de octubre.
Y todo ello coincide con una interesante exposición sobre los avatares que ha sufrido la Puerta de Bib-Rambla a lo largo de su historia y que podemos disfrutar en el Museo Casa de los Tiros de Granada hasta el próximo 13 de diciembre.
¿Puerta de Bib-Rambla o Arco de las Orejas?
El nombre original en árabe (s. XIV) es el de Puerta de Bib-Rambla, donde ‘Bib‘ (o bab) significa puerta y ‘Rambla‘ se traduce como arenal. La puerta del Arenal.Y es que no hay que olvidar que por debajo de la calle Reyes Católicos fluye el río Darro, en aquel entonces al descubierto. Desde esta zona hasta el Puente del Genil se extendía por el Darro esa rambla o arenal que acabará prestando su nombre a la Puerta.
Los cristianos castellanizan el nombre como Bibarrambla, pero también recibirá otras denominaciones como Puerta de las Orejas o de las Manos, por la tradición de que de ella se colgaban en exposición pública los miembros mutilados de aquellos que cometían determinados delitos o crímenes. O el de Puerta de los Cuchillos, por relacionarse con las armas que requisaba la justicia según algunas versiones; por encontrarse en sus alrededores una cuchillería, según otras.
Pero ¿qué hace la Puerta de Bib-Rambla en mitad del Bosque de la Alhambra?
Como podemos adivinar por su nombre, la Puerta estuvo en el entorno de la actual Plaza de Bib Rambla, en el centro histórico de Granada. A un tiro de piedra de la Plaza del Carmen y el Ayuntamiento. Concretamente, en lo que hoy es el cruce de la calle Salamanca con la calle Arco de las Orejas.
Alguien puede pensar que eso no es la plaza como tal. Pero es que Bib Rambla también ha ido cambiando con el paso del tiempo. Y a mediados del siglo XIX (1857-1858) el ayuntamiento de la época decide realinear la plaza, dejando fuera de su espacio a la Puerta que había sido uno de los accesos principales desde el siglo XIV.
Entre 1873 y 1884 se lleva a cabo el proceso de demolición por parte del Ayuntamiento que alega motivos de salubridad, aunque en realidad respondía a los intereses de unos pocos particulares. La intención de hacerla desparecer no gusta a los granadinos y provoca un encendido debate local sobre la cuestión de demolerla o recuperarla. Declarada Monumento Nacional en 1884, y tras una viva defensa de D. Manuel Gómez-Moreno, miembro del Consejo de Monumentos, y D. Francisco de Paula Valladar, la solución definitiva fue desmontarla. Y las piezas conservadas son enviadas al Museo Arqueológico.
Allí reposarán hasta que en 1933 D. Manuel Gómez-Moreno y D. Leopoldo Torres Balbás conciben la idea de reconstruir la Puerta en el bosque de la Alhambra. El proyecto se desarrolla en dos etapas: en 1933 se montaron los arcos; y en 1935 se construyen los muros. Y todo ello en una ubicación cuidadosamente escogida que permita ponerla en relación con la Puerta de la Justicia, con la que comparte algunas características.
Terminaba así un periplo que nos ha permitido conservar para todos la que probablemente debió ser una de las puertas de acceso más hermosas de la Granada medieval. Y con esta obra, el legado se perpetua.
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Autor: Daniel Aguilera