LA MANO DE FÁTIMA: Hamsa

SIMBOLOGÍA ALHAMBREÑA:

Durante el recorrido de la Alhambra,  encontramos determinados símbolos que captan de modo llamativo, el interés de nuestros  visitantes.

 Yeserías , columnas, azulejos o artesonados, que reflejan la riqueza de rasgos únicos que encierra  su Patrimonio.

Algunos, rodeados por la  leyenda y  la tradición, otros amparados por la historia, todos suman y enriquecen de modo  soberbio la experiencia del visitante.

La mano de Fátima o Hamsa,  consiste en la  representación de una mano   siempre abierta, con los dedos extendidos, en la que en ciertas  ocasiones, aparece un ojo  en el centro de la palma.

Debemos tener en cuenta, que la  mano  humana, se  ha  utilizado  como  elemento simbólico y recurrente desde la prehistoria, prueba de ello han sido  las representaciones de manos encontradas en diversos, y opuestos  lugares  del mundo, como  por ejemplo, las de la cueva de Altamira aquí en España, o  las de la cueva de las manos en Argentina.

A  lo largo  del tiempo, este símbolo  ha aparecido  asociado y usado  por  diferentes  pueblos, representado siempre su poder protector a través de  diferentes deidades, como es el caso de la mano de Ishtar en territorio Mesopotámico, la de la  diosa Astarté de los fenicios o  La Tanit  Cartaginesa.

En el caso del judaísmo, se  la conocería como la Mano de Miriam, hermana de Moisés y Aarón y su uso, además de portar el consabido poder  protector, simbolizaría la  confirmación de la fe, al aparecer  asociada a los cinco libros de la Torá.

Pero lo evidente,   es que tanto para unas, como para otras culturas y religiones, la mano conlleva un fuerte poder divino y  protector, usándose  como talismán contra  desgracias y enfermedades y, prolongándose sus beneficios, como remedio contra el mal de ojo, al simbolizar un  eficiente talismán que expulsaba los malos espíritus.

En el caso que nos atañe, sabemos  que el  símbolo de la mano fue usual en época pre-islámica, asentándose  su uso  con el Islam.

Siendo tolerada por esta ideología, no olvidemos que en el Corán, el profeta Mahoma admite la creencia contra el mal de ojo .

Este hecho, ha conllevado su representación en viviendas y puertas, con la intención de preservar del mal  a sus habitantes.

Apareciendo incluso en elementos decorativos y en piezas de joyería.

La leyenda defiende su relación con Fátima , hija predilecta del profeta  Mahoma, haciendo referencia a la mujer ejemplar santa y modelo de hija.

Se  cuenta,  que  el marido de Fátima, llegó a casa acompañado por una bella concubina,  cuando Fátima, que en aquel momento estaba cocinando vio lo que ocurría , sumida en su tristeza, metió la mano  en un caldero hirviendo, sin ser consciente de lo que hacía.

Su resignación ante la situación, hizo que no sintiese  dolor físico. Convirtiéndose este gesto  en símbolo  ejemplar para el Islam.

En nuestro territorio, todo apunta a que surge su uso en época Almohade, asentándose   de un  modo  mucho más generalizado durante el reino Nazarí, en los siglos XIII, XIV y XV.

Curiosamente,  sabemos que se sigue  haciendo uso de la mano aún  en el siglo XVI,  bajo el reinado de Carlos V, una comisión  cuya finalidad fue estudiar las costumbres de los moriscos, decidió prohibirles su uso, alentándoles a usar la cruz como sustituto de la mano.

Hamsa o Khamsa se traduce como cinco y  según la tradición . se reconoce como la síntesis de la ley del profeta, identificándose los cinco  dedos con los  cinco pilares o preceptos del Islam.

La profesión de la fe

La oración

La limosna

El ayuno 

La peregrinación a la Meca

Una de las representaciones  más destacadas de la Hamsa es la que encontramos en la puerta de la justicia.

Autora: Victoria Rodríguez

Puerta Justicia desde cañones I
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