Oficios para el recuerdo: los Gabarreros

Desde Marzo de hace más de 20 años, se venía celebrando la Fiesta de los Gabarreros en el municipio segoviano de El Espinar, declarada de Interés Turístico Regional en 2002. Esta celebración está ligada a uno de los oficios más duros y tradicionales que se desarrollaban en ambas vertientes de la Sierra de Guadarrama en las provincias de Segovia y Madrid. La fiesta unía a gente de ambos lados de la montaña y duraba casi una semana. Estos días se desarrollaban jornadas gastronómicas, charlas, conferencias, conciertos, concursos de corta de troncos y homenajes a los trabajadores.

Monumento a los Gabarreros en el Espinar en Segovia
Gabarreros transportando la leña

Los gabarreros, era un oficio, ya desaparecido, autóctono y casi exclusivo de la sierra de Guadarrama. Se localizaba en localidades como Navafría, Valsaín, El Espinar, Rascafría, Cercedilla, Guadarrama, etc.

Según la RAE: Gabarrero: Persona que saca leña del monte y la transporta para venderla. El derecho de sacar esta leña venía de Carlos III, que en 1761 otorga a los habitantes el disfrute de las leñas secas y muertas de los pinares.

Eran trabajadores autónomos y su trabajo consistía en recoger la leña que iban apartando los hacheros cuando pelaban los troncos de los pinos. Este oficio constituía la única fuente de ingresos de muchos habitantes y familias de la sierra y fue abandonado paulatinamente por la escasa remuneración y la dureza de las condiciones de trabajo. La jornada era de sol a sol, todos los días del año, a excepción de algunas fiestas. Decía el refrán :

De enero a enero,

Sube al monte el gabarrero

Los útiles de trabajo del gabarrero eran sus propias manos, sus hachas y la azada y un caballo que solía ser de su propiedad. Sobre el lomo del caballo colocaba una jalma mullida y sobre ella, se  iban colocando los palos, sujeto todo con una cuerda de cáñamo.

El gabarrero iba recogiendo los  palos que iban abandonando los hacheros, que eran los que cortaban y aprovechaban los grandes troncos de pino. Podían también arrancar con una azada los teos de los árboles, que es la parte enterrada del pino dentro del suelo. Este tipo de leña, los teos,  tenía mucho interés y se vendía muy bien. Otras veces pelaban el árbol, in situ, para lo que debían trepar por él, colocándose en los pies unos ganchos trepadores para no resbalarse. Iban subiendo atando una piedra al extremo de una cuerda, lo lanzaban a la rama a modo de ancla, se llamaba la lanzadera.

Después de recoger toda la leña, unos 200 kg, el gabarrero iba cargando la madera sobre el lomo del caballo, con una gran habilidad, para que no cayera y fuera transportada con más facilidad. Cuando llegaban al pueblo, la leña se vendía al peso para particulares, carboneros o empresas.

Exhibición Fiesta de los Gabarreros

En la actualidad, el oficio casi ha desaparecido por las malas condiciones de trabajo que tenía, y muchos se han convertido en trabajadores de los aserreríos, las empresas madereras o las fábricas de la comarca.

Historias de los oficios tradicionales y los usos de la Sierra de Guadarrama, te las contaremos en nuestra visita al Palacio de la Granja y sus jardines. Acompáñanos¡

Autor: Segovia Imperdible

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