El origen de la devoción a la Virgen de las Angustias

La devoción popular a la Virgen de las Angustias en Granada, se remonta a los tiempos de la reconquista de la ciudad en 1492.

Efectivamente, entre los objetos personales y de culto privado de la Reina Isabel de Castilla, había un cuadro de su pintor de cámara Pedro Chacón que representaba a la Virgen María en su Quinta Angustia, es decir, recibiendo el cuerpo muerto de su hijo tras su muerte en la cruz.

La Reina Católica profesaba una enorme devoción a ésta imagen y tras la conquista decidió donarla como exvoto de acción de gracias, al primer templo consagrado en la ciudad, la Iglesia de San Juan de los Reyes, antigua mezquita llamada aljama Al-Ttaibin o de los convertidos.

Aquel cuadro pasaría después a la primitiva ermita de las Santas Úrsula y Susana de 1501 erigida en 1501 en la zona llamada de las Tinajerías frente a las antiguas huertas del Convento de la Santa Cruz.

En esa ermita ubicada cerca del actual zona que llamamos El Humilladero, empezó a crecer de forma inusitada la devoción hacia aquella imagen de la Virgen pintada por Chacón.

Tanto fue así, que propició el Nacimiento de la Hermandad de la Virgen de las Angustias en 1545;  congregación religiosa que gozó de gran auge y popularidad desde el primer momento hasta el punto de que en 1567, el Rey Felipe II le concedió unos terrenos para que levantaran un hospital para mujeres,  que finalmente no llegó a erigirse en ese momento y en su lugar se construyó una pequeña Iglesia que fue concluida en 1585.

Aquella pequeña Iglesia, elevada al rango de Parroquia en 1610, se quedó pequeña en muy poco tiempo debido a la continua y  gran afluencia de feligreses, así que hubo que pensar en construir otra de mayores dimensiones y mayor riqueza constructiva y decorativa, que es la actual Basílica. Aquel nuevo y definitivo Templo se levantó a iniciativa del Arzobispo José Argáiz, siguiendo un proyecto de Juan de Rueda Moreno y dirigida por Juan Luis Ortega, terminándose en el año 1671.

La imagen más primitiva de la Virgen de las Angustias, debió ser una Dolorosa arrodillada. Con el paso de los tiempos, se transformó en una imagen más compleja, es decir una Virgen de pie, con las manos abiertas y separadas ante la mesa donde yace el cuerpo muerto de Jesús, su hijo.

Como imagen de vestir que siempre fue, los complementos conformaron poco a poco, su imagen iconográfica actual.

Un largo manto negro que envuelve la imagen y la conecta al suelo, al pueblo, el pecherín que luce y acoge las ofrendas recibidas de granadinos anónimos, la simbólica media luna indicativa de la Inmaculada Concepción de María, la Cruz de plata y el sudario como recuerdo del monte Calvario y la corona, costeada por los granadinos por suscripción popular, en su condición de Reina de los cielos y Patrona de la Ciudad desde 1913.

La Virgen de las Angustias cuenta además con  una bellísima colección de mantos negros bordados de diferentes épocas.

El más antiguo fue un regalo de la Duquesa de Pastrana en 1758.

El más reciente, el ofrecido por el cuerpo de Alféreces provisionales al término de la guerra civil en 1939.

Y el más significativo, es el que llaman “El de la Ciudad” que también fue costeado por suscripción popular y bordado por las Madres Dominicas a finales del siglo XIX y que es, el que suele lucir cada año en su vistosa y multitudinaria  salida procesional cada último Domingo de Septiembre.

Autor: Miguel Campos

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